Mi intención era coser un bonito tapetito que había visto en una parada del mercado de Hostafrancs, por donde siempre paso para ir al trabajo, que tenia impresa la imagen de una callejuela de pueblo, con casas blancas y flores en las ventanas. Pero la señora propietaria y costurera experta de este establecimiento no me dejo.
Esta señora esta convencida de que hay que ir poco a poco, así que en mi primera visita no me dejo llevarme otra cosa que este diminuto tapetito 12x12cm, con un motivo muy poco adulto: un pajarito de colores.
Según ella, no hay dibujos fáciles, las cosas se tienen que hacer bien. Así que puse todo mi empeño en colorear bien a mi avecilla.
A pesar de que el ojo me ha quedado cuadradillo, el resultado me gusta. Y parece que a esta señora también, porque después de examinar la costura por delante y por detrás (fijaos en lo pulidito que me ha quedado por la parte trasera), me ha dejado pasar a un tapete mayor (sin ser todavía el que yo anhelo), con un dibujo de un gatito, si lo hago bien ya podre hacer el tapete que yo elija o pasarme al punto de cruz, opción que ella me recomienda.
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